Crisis energética 2021

La mayor crisis energética en décadas

¿Qué tienen en común países tan antagónicos como China, Reino Unido, India o España? Todos ellos se enfrentan, entre otros, a la mayor crisis energética en décadas.

¿Pero cómo se ha llegado a esta situación? ¿Qué nos deparará el futuro?

Asociar esta problemática a un único factor sería a todas todas un error.
Un cúmulo de circunstancias y variables, que van desde el impacto de la Covid-19 hasta una errática planificación en la transición energética, pasando por las tensiones geopolíticas, han tenido que ver. 

 1-Pandemia de la Covid-19 – Desajustes estructurales

La pandemia supuso un “shock” colosal en el mercado energético. De un día para otro el consumo se hundió, los precios se desplomaron ante la ausencia de demanda y los inventarios se dispararon.
Tal fue el golpe que el petróleo WTI llegó a cotizar en negativo por vez primera

Como consecuencia, se produjo un re-ajuste forzoso de la oferta, al tiempo que se paralizaban inversiones mil-millonarias destinadas a la exploración y la extracción de combustibles fósiles.

Para qué invertir si la demanda está deprimida … ¿verdad?

La agresiva respuesta de los gobiernos y bancos centrales, inyectando masivamente dinero en el sistema financiero, disparó el umbral de ahorro de los hogares a niveles nunca vistos.

Y claro, en cuanto los nubarrones comenzaron a disiparse, el gasto volvió. Con un matiz: a diferencia de antes, éste no fue generalizado, sino sectorizado:

Mientras el sector servicios vivía su particular “Vía Crucis” , el de bienes de consumo se disparaba

Tal desequilibrio provocó una sobre-ponderación del gasto en productos manufacturados, lo que se tradujo en el mayor ritmo de actividad fabril desde 2010.

En paralelo, los tiempos de entrega se incrementaron ante la incapacidad de hacer frente a la demanda

En otras palabras, en apenas un año pasamos de una profunda depresión económica a un frenesí comprador irracional.

Y como era de esperar, eso produjo enormes desajustes en la economía.

De golpe y porrazo todo el mundo quería comprar propiedades, vehículos, electrodomésticos …

Las materias primas asociadas a su fabricación se dispararon, y por extensión, también lo hizo el consumo de energía asociado

2-Transición energética – Vender la piel antes de cazar al oso

En paralelo a todo lo anteriormente descrito, el mundo se encuentra sumido en la que aspira a ser su mayor transición desde la Revolución Industrial, con los Acuerdos de París de 2015 como punta de lanza para descarbonizar el planeta a 2050.

El problema radica en que nuestro modelo de vida contraviene las metas que nos hemos marcado. Y pese a que la capacidad instalada de origen renovable no para de aumentar, también lo hace nuestro consumo, y así no vamos a ninguna parte.

Veámoslo con un ejemplo práctico:

China  es el país con mayor potencia renovable instalada del mundo. Claro que, a su vez, es el que tiene más centrales de carbón y el que emite más CO2.

En 2015, Pekín aprobó una ley que suspendía, con efectos de 2016, la expedición de licencias para nuevas minas de carbón.

Por aquél entonces el carbón representaba +60% de su “Mix” energético, una barbaridad.

Es bien sabido que China es la fábrica del mundo, lo que no solemos pararnos a pensar es cómo se engrasa esa maquinaria manufacturera.

Pues bien, a raíz de este súbito aumento de la demanda global de bienes de consumo, los stocks de carbón empezaron a decrecer a finales de 2020, mientras que el precio del mineral enfilaba el camino opuesto fruto de la gran demanda.

Tal es la demanda de carbón, que las necesidades de 🇨🇳 nunca habían sido tan acuciantes como ahora.

Y ante esa tesitura, muchas centrales térmicas han parado sus operaciones puesto que los ingresos derivados de la venta de electricidad no son suficientes para cubrir los costes asociados a la adquisición de carbón.

¿Consecuencia?

Apagones y racionamiento eléctrico

Nombres propios como Toyota, Tesla o Apple, entre muchos otros, están advirtiendo ya que las operaciones se verán afectadas.

La situación es tan grave que al menos 20 regiones y provincias representativas del 66% del PIB China han aplicado algún tipo de restricción, sobre todo a la industria.

Y esto no es más que la punta del iceberg, a las puertas del invierno. 

Puede que os preguntéis:

¿Por qué no incrementan los precios de la electricidad para viabilizar económicamente hablando las centrales térmicas? 

Veréis, si suben la electricidad, pondrán en jaque a toda la industria electro-intensiva del país, la cual nutre al mundo de materias primas tan necesarias como el acero o el aluminio, que de por sí ya cotizan por las nubes.

¿Y qué están haciendo para atajar esta crisis estructural? 

Están importando masivamente Gas Natural Licuado (GNL) para complementar su mermado stock de carbón.

El problema es que parte de ese GNL iba en su origen a Europa y otros mercados, con lo que el problema se convierte en global.

Se ha desatado una guerra sin cuartel por el aprovisionamiento de energía, y aquí tenemos mucho que perder y muy poco que ganar.

Como resultado, el precio del GNL se ha multiplicado +1.000% en un año.

Y la crisis está lejos de terminar

3-Tensiones Geopolíticas – La guinda del pastel

Por si no hubiese suficientes motivos para la alarma general, se suma un tercer factor cuya preponderancia es cada vez mayor: las disputas geopolíticas.

Por ejemplo, puede que antes os hayáis preguntado:

¿Por qué no importa carbón China? 

Lo cierto es que hasta no hace demasiado, parte de su demanda doméstica era abastecida con carbón de Australia.

Pero a raíz de una serie de disputas diplomáticas, 🇨🇳decidió paralizar todas las importaciones.

Otro caso parecido es el de Mongolia.

Hasta el 10% del consumo de carbón en China proviene del país vecino, pero fruto de un rebrote generalizado de Covid-19, se han re-impuesto limitaciones fronterizas y las transacciones se han hundido.

Sin necesidad de irnos tan lejos, tenemos otro foco de tensión entre Marruecos y Argelia.

Su creciente confrontación dialéctica está dando paso a medidas punibles, como el anuncio de 🇩🇿 de que no enviará más Gas Natural a España a través del país vecino.

Y en Diciembre tenemos elecciones generales en Libia, un país completamente fragmentado.

Ante una más que probable negativa por una de las partes a reconocer el resultado, el flujo de Gas Natural a Italia 🇮🇹corre peligro.

Con todo, el escenario de fondo es el de un mercado incapaz de abastecer el apetito mundial de bienes de consumo, y muy posiblemente tendremos disrupciones en los precios durante muchos meses

Y los grandes países de Europa (con la excepción de Francia) parten, junto a Asia, de una clara posición de desventaja ante la notable dependencia sobre el Gas Natural.

Y si el invierno fuese especialmente frío, la situación podría ser muy preocupante.

Sobre el Autor

Aleix Amoros economia y geeopolítica

Puedes ver la historia original en el hilo de @aleix_amoros y seguirlo para más historias interesantes del mundo de la geopolítica, la economía y la inversión.
Puedes leerlo en el siguiente enlace:
https://twitter.com/aleix_amoros/status/1443315990541000705

¿Te interesa saber más sobre Emprendimiento, Empresa, Finanzas y Negocios?
Mira nuestros cursos: https://etsine.unidema.com/
¿Quieres seguir leyendo cosas fascinantes sobre economía y actualidad empresarial?
Sigue nuestro blog: https://etsine.unidema.com/blog-etsine/category/blog/

Síguenos en:
Linkedin: https://www.linkedin.com/school/unidema
Twitter: https://twitter.com/Unidema_
Instagram: https://www.instagram.com/_unidema/
Facebook: https://www.facebook.com/unidema